domingo, 25 de octubre de 2009

Las Cortes de Cádiz

Las Cortes de Cádiz y su relación con la Independencia Americana (1808-1814)

El motín madrileño del 22 de mayo de 1808 contra las tropas francesas, y los fusilamientos del 3 de mayo pintados por Goya se han mitificado como inicio de la guerra de la independencia. Pero fue en zonas no ocupadas por franceses donde, ante el cambio dinástico, se constituyeron Juntas que, lideradas por los liberales, asumieron el poder, armaron al pueblo y, en concreto, las Juntas de Andalucía lograron una victoria inesperada en Bailén en julio de 1808. Pronto el ejército napoleónico recuperó casi toda la Península, a pesar del desembarco de tropas inglesas. La Junta Central, constituida por decisión de las Juntas provinciales, convocó en 1810, en respuesta a las reformas de José I y ante los sucesivos desastres militares, unas Cortes generales y extraordinarias que representasen a la nación. Cercados en Cádiz, los liberales fernandinos lograron excluir de las Cortes la representación de la aristocracia y de la iglesia, y en la primera sesión adoptaron principios revolucionarios: que la soberanía residía en la Nación, que a ésta la representaban los diputados, que los diputados eran inviolables, y que el poder legislativo, expresión de soberanía, residía, por tanto, en las Cortes. Era la partida de nacimiento de la nación española, nuevo sujeto de soberanía política, con lo que se derrumbaban los privilegios amasados en siglos de régimen feudal por la aristocracia, por la iglesia y por la propia corona. Las Cortes, compuestas por gentes cultas y con mentalidad burguesa (fueron líderes Arguelles, Muñoz Torrero, Calatrava y el conde de Toreno) legislaron todo un nuevo edificio social, romperiron con el poder de los señoríos feudales, proclamaron las libertades de expresión y reunión, reorganizaron el clero regular, asumiendo la desamortización efectuada por José I, pensaron en la reforma agraria con reparto de los bienes comunales y baldíos entre soldados y pobres, supremieron los gremios y la vinculación a los oficios, así como las pruebas de nobleza para ser oficiales, creando el ejército de la nación, pero sobre todo aprobaron un texto constitucional -en 1812- que establecía con detalle la organización de los poderes en el nuevo Estado representativo de la nación española. La libertad y la igualdad entraban en la historia, y se inauguraba el sufragio universal, en sistema indirecto para votar y con un sistema censitario (la necesidad de tener rentas) para ser elegido. Mientras tanto, las Cortes también impulsan la guerra, promueven la sublevación guerrillera (destacaron El Empecinado y Mina) y encomiendan la jefatura militar de todas las tropas a Wellington. En junio de 1813 derrotaban en Vitoria a las tropas napoleónicas. Pero simultáneamente, el vacío de soberanía también había desencadenado la sublevación de las colonias americanas. Aunque las Cortes de Cádiz habían acogido a los “españoles de ambos hemisferios” y hubo diputados por América, las ideas de libertad y el ejemplo de los Estados Unidos impulsaron a los sectores más dinámicos de las ciudades coloniales a tomar el poder en sus respectivas demarcaciones. Fue simultáneo en la práctica totalidad del extenso imperio: en 1810, desde México hasta Buenos Aires y Santiago de Chile, incluyendo Caracas y Bogotá, se constituyeron Juntas con capacidad soberana. Se desencadenó una guerra con desiguales escenarios, diferentes apoyos y estrategias contrapuestas entre los independentistas. El proceso de independencia dura casi tres lustros, hasta que en 1824 la corona española es derrotada y sólo se mantiene en Cuba y Puerto Rico.

viernes, 23 de octubre de 2009

Los Inicios de la Contemporaneidad en España

ANDALUCIA Y DEL TRANSITO DEL ANTIGUO REGIMEN


Su protagonismo conducirá a España en el transito del antiguo régimen al nuevo sistema socioeconómico burgués y capitalista del siglo XIX. Para Andalucía el paso del antiguo régimen al nuevo régimen significara la perdida de su preponderancia económica mercantil americana, principal fuente de ingreso de la corona, a causa de la emancipación de las colonias, las circunstancias económicas, políticas y sociales del sur de España las que impusieron un sesgo particular al desenlace posterior, que difícilmente habría adquirido en otra parte del país.

GUERRA Y REVOLUCION
Desde principios del siglo XIX la monarquía de los Borbones españoles, sin pulso desde de la muerte de Carlos III el 14 septiembre de 1788, arrastraba una grave y larga crisis política y económica. Cuando Carlos IV y Fernando VII acuden a Bayona a dirimir sus diferencias políticas y familiares frente a Bonaparte, este ya habrá decidido orquestar un remedo de sustituciones dinásticas para apropiarse incruentamente del país, obligando a los dos Borbones a entregar la corona a su hermano José. Sin embargo, el emperador no contaba con que núcleos ilustrados de la nobleza, el clero, la burguesía y la oficialidad del ejército español considerasen ilegales las abdicaciones de Bayona y desenmascarasen la alianza extranjera como invasión ante un pueblo resentido por recientes enfrentamientos con los ocupantes y desconfiado en general de su presencia.

EL MOVIMIENTO JUNTERO
Seria en Andalucía, Sevilla, el 27 de mayo de 1808, donde antes se quiebran las instituciones tradicionales y se instauré la primera junta de toda España. Tras los sucesos del 2 de mayo de Madrid y de un manifiesto del alcalde de mostotes llamando a la insurrección general, la revuelta popular acudió o encontró a individuos de prestigiosos de las clases altas sevillanas para dirigirla, y que formaron la junta suprema de España e indias. La junta, con la complicidad de militares afectos favoreció la provisión de armas al pueblo. Su influencia política fue por lo general escasa, sin superar el ámbito provisional-regional. La suprema de Sevilla nació menos con la ambición de construir un poder regional independiente que con la de erigirse en centro de poder de todo el país. El descontento latente en el pueblo a causa de la grave crisis económica que soportaba desde hacia años facilitó la rápida propagación de los motines.
En materia militar la junta de Sevilla se arrogó el control sobre toda Andalucía. Su objetivo era la creación de un ejército que operase bajo su exclusiva dirección y que pudiera oponerse a la invasión francesa. Se enviaron emisarios a San Roque para atraerse la adicción del general Castaños, con 9.000 hombres a su mando, acantonados en Cádiz, el 28 de mayo emisarios de la junta llegaron y provocaron una insurrección armada contra el comandante de la plaza, Solano, por oponerse al salto de los restos de la flota combinada hispano- francesa derrotada en trafalgar y que fondeaba en el puerto de la capital, bloqueada por los ingleses.
Solano acabó asesinado en medio de la revuelta, el 6 de junio la junta le declara la guerra a Napoleón, se unieron las fuerzas militares de Sevilla y granada para combatir al invasor, y consiguieron un hito histórico al derrotar por primera vez en bailen al ejercito francés. En junio de 1808 existían ya 13 juntas supremas repartidas por todo el país, dentro de la junta el espíritu reformista inicial fue trastocado por sectores más conservadores, presidida por florida blanca.
La entada de la grande armee en España hizo patente como la junta central, había desperdiciado su tiempo para aprestarse a organizar una defensa efectiva del país. Huyendo del avance francés, se traslado primero a Sevilla y luego a Cádiz donde se disolvió en 1810, durante este tiempo la junta perdió cohesión y fuerza no solo por los franceses sino por el conflicto ideológico interno.
Los británicos influyeron decisivamente para que las juntas andaluzas reconociesen a la de Sevilla como el órgano superior de gobierno que asegurase la coordinación efectiva de la resistencia: así, cuando Martínez de la rosa acude a Gibraltar a comprar armas pasar la junta de granada, sir Hugo Dalrimple, le exige a cambio un compromiso de acatamiento a la autoridad de Sevilla, la clave fue también para Cádiz el poder ocultarse en Gibraltar y contar con la ayuda británica.
Lo que si parece claro es que la estrategia inglesa concibió la guerra de independencia como un enfrentamiento directo y particular entre los inglese y los franceses, a decidir en el terreno español, el 8 de noviembre de 1808, napoleón cruza Bidasoa con un cuarto de millón de hombres, cosecha una rápida y ininterrumpida cadena de victorias, tras la batalla de Ocaña tiene el camino de Andalucía libre para someterla. José I se hace cargo de la península y todas las ciudades andaluzas van cayendo a excepción de Cádiz, el ejército español no estaba preparado para enfrentarse al francés en campo abierto, la solución estaba en las guerrillas, se cobijaban en la serranía de ronda y niebla, como lideres Villalobos y el alcalde de Otivar. Si bien es cierto que los franceses nunca sufrieron una derrota decisiva, es verdad que en zonas de serranía nunca impusieron su poder. José I, fracaso por el divorcio existente entre la teoría de su gobierno y el ejercicio efectivo de su poder.
Entre los cien diputados que acudieron a San Fernando y luego a Cádiz, en su mayoría abogados, comerciantes y clérigos, cabe distinguir tres grupos ideológicos principales:
1. 1º Los absolutista o serviles, conservadores, vuelta de Fernando VII, poco numerosos,
2. 2º Los jovellanistas, ilustrados, reformistas, soberanía conjunta entre el rey y las cortes,
3. 3º Los liberales, inspirados en la revolución francesa, soberanía nacional y constitución escrita.
Finalmente se impuso la creciente influencia liberal irradiada desde Cádiz consiguió imponer su modelo inspirado en la constitución francesa, una sola cámara de representación universal, no estamental y directa, en el otro extremo, los absolutista, la única cortes validas son las estamentales. En 1812 se proclama la constitución política de la monarquía española , la pepa, el triunfo liberal solo se debe por la situación sitiada de Cádiz que desnivelo la balanza al no poder asistir los sectores mas conservadores.
El predominio excepcional del grupo de diputados liberales, dio lugar también a una constitución inadecuada para la sociedad andaluza y española de comienzos del siglo XIX, por lo demasiado elitista de sus fundamentos. La obra revolucionaria de Cádiz se divide en dos acciones, la primera obra es que se liquida con el antiguo régimen, abolición de señoríos jurisdiccionales, libertad de imprenta de expresión, abolición de la inquisición, por otro lado, soberanía nacional, limitación de los poderes del rey, división de poderes, unificación jurídica, se mezcla el racionalismo con una vena ética y religiosa.


LA GRAN CRISIS ANDALUZA


En el mundo agrario incitarían al desarrollo de esa burguesía opuesta a la existencia de los señoríos y favorable a la desamortización de las propiedades concejiles y eclesiásticas. En materia mercantil, medidas como la sobresaliente ley de libertad de comercio con indias, por la que se eliminaba el monopolio de un solo puerto de la corona (Cádiz) como cabecera del comercio con América, favoreció el desarrollo de la clase burguesa asentada en la costa, beneficiando sobre todo a la andaluza, a la catalana y a la vasca.
A lo largo del XIX, la perdida de la primacía económica andaluza en España debilito poco a poco la relevancia de su presencia política. Por todo lo anterior, el transito del siglo XVIII al XIX, supone para Andalucía mucho mas que la sustitución política e institucional del régimen señorial por el burgués. Estos son los años cruciales de la perdida del comercio colonial con América y del empobrecimiento causado por la ocupación militar francesa. Los enormes beneficios que proporcionaba el trafico indiano se tocaron en una ruralizacion general de la economía, que iba a diferenciar con nitidez la principal fuente de riqueza de nuestra región hasta hace muy pocos años.
Todavía es preciso un estudio completo que reconstruya la relación plausible que existió entre la decadencia económica andaluza y el mayor o menor retraso del proceso revolucionario español con respecto al resto de la Europa occidental. La guerra de independencia no se ensaño demasiado con la población de Andalucía, solo teñido por bailen que costo 243 vidas, hubo mas causas indirectas que directas, el hambre se acentuó y las epidemias de fiebre amarilla. Respecto al gasto, basta decir que durante tiempo que duro la ocupación, el monto de las contribuciones especiales cuadruplico el de los impuestos ordinarios que la corona habría recaudado en ese mismo periodo. La derrota de bailen causo en los franceses un sentimiento de odio y revanchista para con los españoles y se persiguió y torturo a los bandoleros con crueldad.


LA EMANCIPACION AMERICANA.


La relación de Godoy con Francia empujó a un conflicto con Inglaterra, que origino primero la batalla de trafalgar que supuso que la metrópoli buscara otra línea de comercio, con lo cual el poder de Sevilla y Cádiz se redujo a favor de Cataluña y vascos. Además se abandonaron las últimas roturaciones agrícolas de sierra morena, pasando a manos de la gran propiedad, ya que sus pequeños arrendatarios habían perdido el negocio de la exportación a América.


ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO
La nueva situación militar en España hizo conveniente la convocatoria de elecciones, a fines de 1813, los absolutistas doblaban a los liberales, 1814, las cortes de Cádiz pasan a Madrid por culpa de la peste. La oposición aguardaba a Fernando VII, para reponer la situación tal y como estaba antes de la entrad francesa, la participación del pueblo ya sea como instrumento consciente o manipulado es innegable. La nobleza señorial deseaba mantener sus pertenecías y privilegios cosa que con el monarca tenían, además la burguesía mercantil quería un rey para parar las hostilidades en América, que le perjudicaban el comercio y los propietarios rurales querían seguir usufructuando las tierras concejiles y baldías.
Es decir, a los absolutistas no les importo pactar con el invasor para seguir teniendo el mismo nivel de vida que antes, los burgueses liberales, confían en la maquina bélica napoleónica como la manera más rápida de propiciar las reformas políticas necesarias en el país, pero cuyos proyectos renovadores tendrán poco alcance y vigencia, y por ultimo, los funcionarios de numero, que otorgaran su servicio alternativamente a las juntas, a la administración bonapartista, a la constitucional, y luego a la fernandina, y que se mantendrán en el poder tras el único periodo de exclusión de 1812 1814. Tras la salida francesa, ocuparan los cargos los liberales burgueses doceañistas, que a su pesar se verán obligados a recurrir a los aristócratas para nutrir la nueva administración, mientras que los afrancesados reformistas eran perseguidos.